en la raíz de AMETS está gure amets, 2 palabras que en euskera significan nuestro sueño, un sueño que cuando es compartido es más pleno, más interesante, un sueño que nos permite jugar y experimentar juntas,
tal vez por eso vamos a juntarnos con nuestras amigas, personas que han hecho bonito nuestro camino en la vida, y no puedo sino acordarme de Gidor, de Javier, de Iñaki, de Lourdes o Karmele, de Bernardo, Fernando o Pedro, ya sé que la lista es mucho más larga,
personas que no van a querer en muchos casos ser propietarias de una acción de este sueño, aunque parcialmente sí lo compartan, el ser formalmente socia puede tener implicaciones,
más allá del engorro de estar presente un día del mes de julio o agosto en Bilbao para el acto formal de la constitución, que se puede evitar remitiendo un poder, poder para obrar conforme a mi voluntad de participar en el acto de constitución de esta sociedad,
pero ése no es el tema de fondo, el tema de fondo es el agradecimiento des-interesado, sí, tmbn hay de eso en esta vida, agradecimiento y re-conocimiento de todo lo que esta persona me ha aportado, que en muchos casos no voy a poder co-responder,
al menos de la misma manera, y es ésta una de las maneras que elijo, con una entrada de primera fila para ver el desarrollo de esta película nueva, no te la pierdas, pronto en tus pantallas, AMETS by O3.
en el proceso de incluir a más personas, que pueden complicar la gestión del grupo, si asumimos que vamos a operar desde el consentimiento, hay un elemento clave, el para qué y el desde dónde de AMETS,
un documentos que hoy se denomina las normas de la casa de la sidra, y que con dos de pipas se va a denominar AMETSean, en el sueño, una especie de principios que todas las que formamos parte del proyecto compartimos,
un documento que surge desde la colaboración, todas las personas invitadas tienen permiso de edición.